Tenemos comidas que se ven bien, pero algo nos dice que mas tarde nos harán daño. la curiosidad nos atrae, los colores, los aromas, las texturas creando un ambiente especial.
Comidas que nos sorprenden, aunque al principio no teníamos muchas expectativas, pero tiene un sabor tan familiar, cercano y cálido que nos dejan satisfecho.
Sabores que no nos cansamos de comer, pero sin una buena bebida parece que algo falta, que nada esta completo y nos hace pensar mas y mas en algo distinto.
Sabores que en el momento no te imaginas que no volverás a probar y que solo existió una vez y para toda la eternidad en el olvido. simplemente porque ya no es posible conseguirlo, o solo era posible en ese momento.
Platillos que nos hacen bien, que nos hacen disfrutar, aquellos que nunca probaremos pero ansiamos con el corazón, otros que nos da miedo probar, y aquellos a los que nunca podremos olvidar.
En este articulo, invito a reflexionar sobre la relación entre el sexo y la comida. El descubrir cada uno desde lo que necesitamos, queremos y buscamos.
0 comentarios:
Publicar un comentario