Eleanor se despierta al llamado de la rutina, por alguna razón cualquier actividad le toma mas tiempo de que en el resto del día, suele ver al patio , unos segundos , como si le pudiera robar el colorido tan intenso a las plantas y a la vegetación, las mañanas son para tomar café y contemplación, a un costado tiene su espejo, se mira pensando en en poderse ver de nuevo , tras un nuevo día.
Siempre ha pensado la necesidad de verse a diario, como si el espejo le dijera algo nuevo de ella, espera y no pasa nada, se ve y empieza a llegar a su mente pensamientos abrumadores, se sacude un poco alejando esos pensamientos y decide ir a lavarse la cara como si el agua limpiara además de sus impurezas, esperando aliviar su alma.
Regresa a la la habitación decide rodear su cuerpo, abrazándolo con fuerza, mientras cierra sus ojos, y recuesta su cabeza sobre uno de sus hombros, permanece inmóvil, no dejando que ningún pensamiento absorba su cabeza, se da un besito en el hombro y respira profundo.
Estira un poco los brazos olvidando por un momento sus dolencias, juega un poco con el movimiento de sus brazos, mientras se acerca a su espejo, ultima mente se gusta mas a si misma tiene unos lindos labios, que resaltan con su sonrisa, con una crema se da un masaje suave por el contorno de su rostro, consintiéndose ,hasta que termine de arreglarse.
Se arregla para si misma, busca la ropa que la hace verse linda, se coloca un perfume que huele rico, se pinta los labios y decide no salir de esa habitación convencida de que se quiere mucho a si misma......
A lo que invito en este post es a reflexionar que tanto nos estamos gustando a nosotros mismos, entendiendo que nadie nos puede dar el amor que nosotros primero tenemos que encontrar, sin buscar la belleza perfecta, ya que nosotros en si ya somos en si un milagro, muy bello.
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