Paola en sus días libres, se levanta tarde, se prepara algo sencillo para el desayuno, mientras se prepara para salir a su parque deportivo a realizar un poco de ejercicio al aire libre, se olvida del maquillaje de su vestimenta formal y de las demás ocupaciones de su vida diaria.para entregarse a ese bosque y su naturaleza tan pacifica.
Le gusta ir sola, para correr entre los arboles, es como si toda la naturaleza le transmitiera su energía, esperando que todos sus males desaparecieran tras cada paso dado, el viento fresco toca su cuerpo, como alejando todo lo que le inquieta, y siente como si el viento se filtrara para llenar sus pulmones del mejor aire posible.
El suelo sabe que es ella por su pisada única, tratando de absorber todas esas cosas que tiene que desechar de su vida y que no la dejan crecer, cada pisada la hace fortalecer sus músculos, para que pueda poner un pie en frente a cada situación y reto que se presente.
Empieza a sudar y eso la ayuda a ser mas consiente de si misma, permitiendo le entender que su biología se desarrolla para cuidarse a si misma, bajo el sonido de los pájaros se logra tener un pensamiento mas claro, es como si todo un concierto estuviera listo para cuando ella llegara.
Después de recorrer unos cuantos km´s, claro esta sin rendirse ni descansar, llega a un riachuelo, que la invita refrescar su bello rostro natural, y dejando que esa agua le recuerde que este en ese lugar tan especial como ella.
A lo que invito en este articulo es a ubicar un lugar que nos haga sentir especiales, tal como los paraísos utópicos que siempre imaginamos, en donde nos pongamos a reflexionar sobre el milagro de ser nosotros y lo que nos rodea.
Desde mi paraíso
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Lindo
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