Laura permanece viendo a su teléfono celular, mientras espera a su novio sentada en la banca de la calle en donde siempre se quedan de ver, hoy en especial, se siente un poco impaciente e irritada, no tiene muchas ganas de seguirlo esperando, si este decide llegar tarde.
Después de una lluvia de pensamientos, se da cuenta de que en general son negativos y le causan tensión, como si una ciudad caótica viviera en su cabeza, por un momento, decide dejar todos esos pensamientos a un lado.
Se levanta de la banca para dirigirse a un lugar cercano a comprar unos frutos secos, regresa para sentarse en unos columpios, quiere sentir la sensación de sus pies suspendidos en el aire, sentir en otra parte que no sea desde el suelo.
Con ello llega una respiración mas calmada, y trata de pensar en recuerdos agradables ,todas las experiencias felices que tuvo en ese momento. trata de que todo ello se refleje en su propio cuerpo, menos rígido y mas libre.
Al abrir los ojos ahí esta su novio, le extiende la mano, es momento de ir a otro sitio....
A lo que invito en este articulo es a prestar atención a como nos hacen sentir nuestros pensamientos, de tal forma que al compartir tiempo con los demás, se muestre nuestro espíritu libre, abierto a nuevas experiencias.
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 comentarios:
Publicar un comentario